Cada época histórica ha visto evoluciones y cambios en diferentes campos que rodean a una cultura, el arte en la Edad Media es un buen ejemplo de ello.
El arte medieval debe su importancia a los numerosos temas de los que recibió fuertes influencias. Algunas de ellas son la economía en decadencia, la religión como centro de todo, el predominio de lo sagrado en las manifestaciones expresivas, la sociedad estática y las relaciones jerárquicas entre las clases sociales.
En este artículo, nos adentraremos en el arte de la Edad Media, citando brevemente temas y características que sin duda debéis conocer.
Características del arte en la Edad Media
El arte en la Edad Media difiere del arte romano, que buscaba glorificar la belleza del cuerpo humano. En la Edad Media, se buscaba representar el mundo interior, la riqueza del alma del hombre, así como la moralidad y los pecados.
El cuerpo humano se vio claramente censurado en el arte medieval.
Una de las características que distingue al arte Medieval es la de las realizaciones por encargo o por orden de una autoridad civil o religiosa. El artista medieval tenía que satisfacer necesariamente las demandas de su cliente, por lo que no podía destacar sus tendencias personales en sus obras.
Muy a menudo, el artista tuvo que someterse a los gustos de su rico empleador. Durante este período, el artista medieval se confunde con el maestro artesano que era el jefe de un taller. Esto se debió a la organización corporativa de la artesanía, que permitió una verdadera fusión entre la figura del artista y la del maestro artesano.

Otro elemento típico del arte medieval es el uso de obras decorativas específico, como los mosaicos, que se encuentran en muchas iglesias. Estas obras se realizaron con teselas de vidrio de diferentes colores que formaban estructuras luminosas complejas e hipnotizantes.
Los temas principales que encontramos en los mosaicos son personajes del arte bizantino. Un ejemplo vivo de este tipo de arte es Rávena, con la Basílica de San Vitale, la Basílica de Sant’Apollinare Nuovo y el mausoleo de Theodoric.
Pintura en la Edad Media
En la Edad Media, como en épocas anteriores, los pintores disponían de una gama limitada de colores para su trabajo, a menudo difíciles de encontrar o preparar, caros y cambiantes a lo largo del tiempo.
La Edad Media fue una época de grandes innovaciones en la producción de color.
La propia pintura cambió con la evolución de la estructura social. De ser una actividad casi exclusivamente de decoración religiosa, pasaría a ser una profesión practicada por los miembros de los altos gremios. Con el fin de satisfacer las necesidades de clientes nobles o comerciantes, que requerían una gama más amplia de temas.
Fue un período caracterizado por la lenta evolución de la sociedad: misterio y magia, un mundo impregnado de fuerzas espirituales en el que las imágenes poseían poder real. Se comenzó a dar paso al comercio, a la primacía del tráfico sobre la religión, a una mentalidad más pragmática. Reflejándose constantemente en la pintura medieval.
La evolución en curso también cambió la alquimia, que, manteniendo los símbolos de sus raíces místicas, se reflejaron constantemente en la pintura medieval.
Estas tendencias se realizaron en los siglos siguientes, con las fuerzas del racionalismo que comenzaron a desafiar la autoridad de la Iglesia y con los artistas que transformaron su actividad en una disciplina secular: no una obra sagrada, sino un arte liberal, culto e intelectual.
Función del arte en la Edad Media
En la Edad Media, el objetivo del arte era celebrar la riqueza y, en particular, a aquellos que encargaban las diversas obras al artista. También existe una fuerte necesidad de difundir el mensaje cristiano a través de imágenes.
En el caso de los mosaicos, mencionados anteriormente, representaron un elemento artístico innovador para la época. Siendo usados por la iglesia como un mecanismo de propaganda religiosa, para cautivar a los campesinos, motivándolos a asistir a los templos maravillados por las obras.
Ahí radica entonces la Función del arte en la Edad Media, que buscaba constantemente representar pasajes religiosos, que la población “analfabeta” pudiera entender con facilidad.
Además de crear elementos que representaran la superioridad eclesiástica facilitando la conversión de los paganos.
El arte, entonces, no buscaba ser una obra de expresión personal, sino que perseguía las ambiciones de quienes pudieran pagar por ello.