La alquimia en la Edad Media puede que sea uno de los temas más interesantes que podamos tratar.
Más allá de una disciplina, hacer alquimia era una forma de vida para quienes la practicaban. Una combinación de filosofía, semiótica o simbología, astrología, biología, medicina, física y química.
Esta práctica atraía eruditos de todas partes del mundo, con la promesa de crear la “piedra filosofal”. Una sustancia con el poder de producir el elixir de la vida o transformar cualquier material en oro.
Siendo un poco conspiranoicos y sabiendo la gran cantidad de ocultismo, simbología y misterios bajo los que estaba envuelto el arte alquímico… ¿No serían estas referencias a la piedra filosofal una metáfora para disfrazar lo que los alquimistas llegaron a crear sin que supiéramos?
¿Qué era la alquimia en la Edad Media?
La alquimia en la Edad Media era, entre otras cosas, el estudio de los elementos que conformaban el cosmos (agua, fuego, tierra y aire para entonces) y cómo su interacción formaba toda la materia.
Pero, además de esto, los alquimistas establecían que quienes decidían investigar la verdad del mundo debían ser tan puros de mente, cuerpo y espíritu como fuera posible. Razón por la que muchas veces los alquimistas dedicaban horas del día a la oración y al ayuno.
La alquimia medieval estuvo muy centrada en el principio de las transmutabilidad, el cual establecía que, con la combinación suficiente de elementos, todas las sustancias podían ser transformadas de unas a otras.
En conclusión, el objetivo de los alquimistas era uno solo, traer mejoras al mundo basándonos en el conocimiento que adquirían, investigando los elementos de la naturaleza, el cosmos y cómo el ser humano y su espíritu se relacionaba con él.
Los alquimistas en la Edad Media
El número exacto de grandes alquimistas que existieron durante la Edad Media es desconocido, esto fue gracias a la prohibición de la iglesia a esta forma de vida y de todo el conocimiento no bíblico en general. Los verdaderos alquimistas se vieron obligados a trabajar en secreto en occidente.
Los practicantes de esta disciplina se vieron en la tarea de disfrazar todo el conocimiento que adquirían a través de símbolos, metáforas, arte, figuras e incluso historias que solo podían entender otros alquimistas de igual habilidad.
Para aclarar correctamente el punto, sin desviarnos demasiado, hay que saber que la alquimia fue practicada a lo largo del mundo en muchísimas culturas. Para el occidente, entra alrededor de siglo XIII, cuando aparecen las primeras traducciones de escritos egipcios al latín.
Finalmente, la cúspide del conocimiento alquímico, para todo el que dedicara su vida a entender los mensajes encriptados de los antiguos sabios, se encontraba en la creación de la piedra filosofal. Una sustancia capaz de otorgar poderes místicos.
La piedra filosofal y el elixir de la vida
Este sin duda es el punto clave a entender en cuanto al tema de la alquimia en la Edad Media.
Por un lado, ya vimos que los alquimistas tenían la firme creencia de que la materia podía transmutar, es decir, la transformación de unos elementos en otros, además, eran fanáticos al conocimiento y celosos con él, al punto de que, para ellos, ocultarlo fuera tan importante como compartirlo.
La piedra filosofal entonces representaba para los alquimistas medievales una sustancia capaz de purificar los elementos impuros y transfórmalos en versiones más perfectas como el carbón en plata y el cobre en oro.
Nunca se supo con total certeza su este logro pudo haber llegado a completarse, como algunos escritos afirman.
Lo que si podemos saber es que los alquimistas, en cuyos escritos se les atribuyen el conocimiento de la piedra, eran científicos realmente talentosos, con capacidades muy avanzadas para su época.
Es válido de creer teorías recientes, las cuales sugieren que este poder de “hacer lo imposible” solo se conseguía con muchísimo estudio, dedicación y un alma pura (al igual que la piedra). Por lo que esta pudo haber sido una forma o un símbolo, reservado unicamente para los más eruditos.
De igual manera, para el elixir de la juventud, ya que se sabe que los alquimistas realizaron grandes avances en la medicina (Ahí tenemos al buen Paracelso).
Por esta razón se pudo utilizar el velo de “la fuente de la vida”, como vía para enmascarar el hecho de lo longevos que se podían llegar a ser basándose en el estudio de la medicina y su aplicación.
Aunque al hablar de la alquimia se pisa terreno peliagudo, algunos fragmentos históricos cuentan leyendas en donde aseguran que estos elementos realmente existieron. Pero el misticismo y el ocultismo que rodea la alquimia evita que se pueda separar la ficción de la realidad.
Aportes de la alquimia en la Edad Media
Debemos tener presentes que el trabajo de los alquimistas antiguos, como los egipcios, tuvieron mucha aceptación por la sociedad de su época, donde eran incluso motivados a realizar sus investigaciones. Esto no paso en la Edad Media, donde la fuerte presencia de la iglesia católica hacía quedar como hereje a cualquiera que investigara o dibujara figuras sospechosas.
A pesar de esto, los alquimistas ayudaron a crear muchos de las herramientas que se utilizan hoy día en los laboratorios de todo el mundo, sentaron las bases para la química moderna y fueron los alquimistas los primeros en sintetizar muchos ácidos básicos con grandes aplicaciones industriales.
Importancia de la alquimia en la Edad Media
Es falso decir que los alquimistas solo perseguían oro, por más que a las personas del corriente medieval les divirtiera pensar eso.
Los alquimistas perseguían realmente conocimiento y, en su búsqueda, se toparon con avances importantes que beneficiarían a todas las ramas de las futuras ciencias con los que se relacionaban.
Los alquimistas estudiaron el cuerpo humano y realizaron muchos estudios anatómicos importantes, sin mencionar sus investigaciones astrológicas/astronómicas y metalúrgicas.
En lo que respecta a la alquimia medieval, esta tendría su mayor impacto en cuanto al desarrollo de la química moderna.
En la Edad Media los sabios sintieron mayor curiosidad hacia los materiales, sus combinaciones y su estructura química.
La alquimia en la Edad Media tiene mucha tela que cortar y si te interesa la traeremos de vuelta para ti en futuros artículos, si te gustó ¡háznoslo saber!